20 de Enero, 2008
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Que ya no se prohiba ninguna manzana. Que el sol no se encienda esta noche. Se zafa un botón de tu blusa y tus pechos me guiñan un ojo. Tus labios me queman la boca y tus piernas se enriedan en mí. Tus nalgas recitan poemas. Tus brazos se vuelven laurel. Una canción de cuna entra por la ventana. Aprovecho para dormir recostado en tu vientre mientras vos te inyectas yogur descremado.... Continuar leyendo |
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dp a las 21:30 · Sin comentarios
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20 de Enero, 2008
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Yo sabía que siempre estaban allí, pero por alguna extraña causa, esa noche no lo recordé. Y fue por eso que pocos metros después de pasar el Unzué me detuvieron ellos, tenían medio melón en la cabeza, las rayas de la camisa pintadas en la piel, dos medias suelas clavadas en los pies, y una banderita de taxi libre en cada mano. El control de alcoholemia me dió infinito punto rojo. No me dolió tanto las cinco chapitas de Coca cola que tuve que pagar de multa, como que me secuestraran por treinta días mi bicicleta amarilla. Encima tuve que volver a mi casa en colectivo, con la que odio yo los colectivos.... Continuar leyendo |
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dp a las 01:18 · Sin comentarios
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16 de Enero, 2008
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Dilema existencial para mi ese que dice que "con paciencia y saliva el elefante se cogió a la hormiga". Por más que le doy vueltas al asunto me es imposible aceptarlo como algo verdadero. Me parece que de ninguna manera el miembro viril del gran elefante puede penetrar en las zonas íntimas de la pobre hormiguita sin destruírla, por más paciencia que tenga, y por más saliva que utilice. dp... Continuar leyendo |
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dp a las 02:33 · Sin comentarios
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16 de Enero, 2008
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Anoche soñé que ya no existían los duendes. Hoy, poco después de levantarme, cuando estaba por llevar el primer bocado de pan con manteca hacia mi boca, lo recordé. Fue una sensación de angustia atroz. Fueron un par de segundos en que dejé de respirar, de ser. Dejé el pan sobre la mesa y de inmediato me puse a buscar a Guillón. Fueron momentos de desesperación, no podía creer lo que había soñado. Lo busqué bajo la cama, en el baño, bajo la mesada, y en todos aquellos sitio donde él acostumbra a dormir. Lo llamé, le grité desesperado que no podía abandonarme, que sólo había sido un sueño, un mal sueño. Varias horas después, casi cuando el día llegaba a su fin, me convencí que Guillón no iba a aparecer más; todos sabemos como se ofenden los duendes cuando los menospreciamos en nuestros sueños.... Continuar leyendo |
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dp a las 02:20 · Sin comentarios
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Dicotomía Incruenta |
Siempre llega mi mano más tarde que otra mano que se mezcla a la mía y forman una mano. Cuando voy a sentarme advierto que mi cuerpo se sienta en otro cuerpo que acaba de sentarse adonde yo me siento. Y en el preciso instante de entrar en una casa, descubro que ya estaba antes de haber llegado. Por eso es muy posible que no asista a mi entierro, y que mientras me rieguen de lugares comunes, ya me encuentre en la tumba, vestido de esqueleto, bostezando los tópicos y los llantos fingidos. Oliverio Girondo |
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